ANIMALES EN ADOPCION EN GALICIA









domingo, 9 de enero de 2011

VENTAJAS DE LA ADOPCION DE UN ANIMAL ADULTO


Considera adoptar un animal adulto, son más entrenables, más tranquilos y muy fieles.

Si eres impaciente y no tienes mucho tiempo, considera adoptar un perro adulto y tranquilo de un albergue de animales.



Piensa que no es recomendable adoptar un cachorro si va a estar solo más de 4 horas diarias.





Los cachorros no siempre son la mejor opción, su edad sólo garantiza empezar de cero



ADAPTACION DE PERROS ADULTOS A LA FAMILIA

(Sebastián de la Flor, Adiestrador Canino)

Cuando una familia se plantea la adquisición de un perro como animal de compañía, generalmente está pensando en un cachorro independientemente de la raza y el sexo. Rara vez piensa en la posibilidad de adoptar un adulto y mucho menos un anciano.



Las razones suelen resumirse en una sola: el cachorro se adapta mejor a la familia.

Pero pensemos que el cachorro sólo nos garantiza empezar de cero. La educación de un cachorro presenta numerosos problemas que podemos clasifica en dos tipos:

Sanitarios:

Los cachorros han de desarrollar su sistema inmunológico, lo que les hace especialmente vulnerables a las infecciones durante el primer año de vida, a pesar de las vacunas.

Los cachorros necesitan correr y jugar con sus congéneres, a fin de garantizar un adecuado desarrollo físico mediante el ejercicio, y social mediante su relación con otros perros y personas ajenas a la familia. Esto implica un régimen de salidas más o menos estricto que sacie estas necesidades.
Conductuales:

El primer problema es que no conocemos su temperamento innato en el momento de la adquisición y éste marcará sus tendencias de conducta y su carácter de por vida. Esto hace que el desarrollo de la convivencia a menudo no se adapte a nuestras expectativas.

Aún cuando nos encontremos con el temperamento adecuado, hay conductas que el perro tiene que aprender y/o modificar porque, siendo comunes a toda su especie y pudiéndose considerar como normales, no son adecuadas para la convivencia con humanos por ejemplo: las necesidades fisiológicas, los ladridos, los destrozos dada su tendencia a roer y manipular cosas con los dientes, la habituación a la soledad, etc.
A la vista de todo esto podemos intuir que la educación de un cachorro no siempre es fácil, y en ningún caso es un proceso corto. Si a uno lo que le entusiasma es vivir e implicarse en esta aventura adelante. Sin embargo hay otros motivos por los que una persona o familia decide adoptar un perro, por ejemplo:

Soledad:

La persona busca un apoyo emocional para superar o por no caer en algún abismo anímico. Este tipo de personas suelen agradecer la compañía y el afecto sereno de un perro si tener que pasar por la crianza de un cachorro que viene añadir problemas a su rutina diaria. Este perfil es el de un candidato para la adopción de un perro “veterano”.
Humanidad:

Son las personas amantes de los animales en general y que, por coherencia con sus ideas, siente preferencia por los más desprotegidos. Estas personas suelen recoger gatos, perros, pájaros u otro animal desvalido que se cruza en su camino.
Complemento de la educción de los niños:

Algunos padres opinan que a la educación de sus hijos les viene bien la convivencia con un perro para desarrollar en ellos el amor por los animales, la responsabilidad de su cuidado y el espíritu de camaradería. En algunos casos, aunque estén de acuerdo en lo esencial, uno de los padres condiciona esta decisión a que la convivencia con el perro no se convierta en un problema inviable.

Hay casi tantos motivos para adoptar un perro como personas que deciden hacerlo. Es decir existen alternativas a los cachorros, y la llegada de un perro veterano a casa puede ser tan grata y enriquecedora como la de un cachorro.

Vamos a hacer algunas consideraciones sobre los veteranos:
La vida de un perro anciano es, salvo alguna desgracia, más corta que la de un perro joven.
Su trayectoria sanitaria tiende a complicarse con el paso del tiempo aunque visto desde otro ángulo es cuando más nos necesitan y cuando más podemos hacer por ellos.
La actividad de un adulto e menor que la de un cachorro. Esto supone más comodidad porque no necesita tanto ejercicio físico para estar relajado
Su necesidad de afecto es tanta como su capacidad para darlo.
Si adoptamos un perro proveniente de otra familia, se adaptará con más facilidad a la nuestra que un animal que no haya convivido estrechamente con humanos.
La experiencia es un grado y la domesticación es un vasto proceso. Todo lo aprendido en familia a lo largo de su vida forma parte de su rutina diaria, aunque es fácil modificar algunas de ellas para una perfecta adaptación. A poco que haya sido educado, resultará más fácil que partir de cero con un cachorro.
Un perro de familia no sólo ha aprendido rutinas de comportamiento sino que ha desarrollado su capacidad de comunicación con los humanos, su resistencia al aburrimiento, a la soledad, y en muchos casos su capacidad de disciplina y obediencia.
Si contamos con el asesoramiento necesario, en los casos dudosos, la adaptación de un anciano a nuestra familia puede ser una experiencia muy grata y sencilla. Y cono siempre, trátese de ancianos o cachorros, s necesita una buena dosis de cariño, paciencia y comprensión.

Pensemos que países como Alemania, Suiza, Estados Unidos, vienen a adoptar perros en España conscientes del maltrato y abandono que sufren en nuestro país. En estos países no les preocupa, la edad, ni tan siquiera si están enfermos, sólo quieren adoptar un animal que lo necesite. Tenemos que luchar para que España sea como estos países, se contemple la adopción como primera opción y se destierren viejo mitos como “un perro viejo me dudará menos” o “si esta enfermo o viejo no lo quiero, me da pena, no quiero una carga más”.

por Sebastián de la Flor, Adiestrador Canino)

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