Unas vecinas de una parroquia de Ponteareas nos han contado la historia de JONI, una historia larga de años pero corta de vida, una historia que cada día y día tras día empieza y acaba en el mismo punto, al final de una cadena
JONI tuvo dueña hasta primeros de Junio; fue al hospital porque no se encontraba bien y ya no volvió. Tiene cáncer en fase terminal y ahora vive con su hija en Pontevedra que no quiere animales en el piso.
Desde entonces varias vecinas se encargan de cambiarle el agua y llevarle de comer. JONI está encadenado, y desde el lugar de la finca donde está a la única persona que puede ver en todo el día es a la encargada de turno de llevarle la comida. Sólo unos minutos de compañía y horas y horas de soledad y de cadena, intuyendo solo lo que serán todos esos ruidos de fuera.
JONI tiene unos 5-6 años, es mediano, de unos 17 kilos y tiene miedo a la gente que no conoce, no ha podido ser de otro modo considerando que está viviendo completamente aislado.
Por desgracia hay muchos así, pero a este le hemos visto y sabemos su nombre. Se llama JONI, esta es su historia, la que le ha tocado como pudo haber sido otra, y mientras la escribimos él sigue allí, solo, con su bidón y con su cadena, sin afectos, seguramente pensando que vivir es eso, y se busca a alguien que quiera mostrarle que precisamente eso que le ha tocado no es vida.
Contacto: 670 859 164 (MAÑANAS) – 600 356 891 (TARDES)
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