EL SABOR DE LAS LLAMADAS...

El sabor de las llamadas que recibimos puede ser : dulce, agrio, sin sabor, picante ... en el mundo de las protectoras la mayoría de las veces las llamadas que recibimos el único sabor que nos dejan es un mal sabor y una sensación de impotencia por no poder recoger a los animales a los que hace referencia esa llamada. Una tristeza infinita y una vez más la realidad de que no podemos abarcar todo ni recoger a todos que lo necesitan.
Hace dos días recibí una llamada de esperanza. Una llamada que me preguntaba sólo dónde podía castrar a una gatita que estaba en la calle . Una voz sin tristeza, con alegría y llena de optimismo. Ella le cambia todos los días los periódicos de su cajita, le pone el agua y la comida. Le habla y le da caricias y sólo le pide al final que sea buena y que se quede allí porque ella va a verla todos los días.
No puede llevársela pero sigue buscando un hogar para la pequeña y al mismo tiempo la va a castrar con urgencia. ¡Tiene tanta fuerza de voluntad, tantos planes para Paquita (así le llama), carteles por todas partes y no ha dejado ni dejará de luchar por la pequeña!.
Mucha gente hay cómo ella gente anónima que hace una labor increible y con alegría , cariño y sobre todo con mucha esperanza. Hoy este comentario es para darles las gracias a ellos y en concreto a la que cuida a Paquita. GRACIAS