Recogimos a Caponata porque tenía un tremendo bulto sin diagnosticar en el abdomen. Resultaron ser dos hernias de las que está operada y recuperada. Aunque vivía en una casa jamás le hicieron caso, de hecho nos la dieron sin problemas. No sabía ni que era un perro, no reconocía a otros perros, no sabía andar con correa, le asustaba la tele, las escaleras, su reflejo en los escaparates… Un mes en una casa de acogida hace milagros. Es una perra muy tranquila, que aprende a jugar y le gusta, se ha socializado de maravilla, le gustan los demás perros, los niños, las personas, responde a cualquier corrección y aprende rápido.
Su acogida tenia fecha de caducidad, primeros de diciembre, y tenemos que encontrar antes para ella nueva acogida o mejor aun, adopción! No podemos llevarla a la residencia, más allá de lo que cueste, Caponata se merece una familia. Ahora que ha dejado de ser invisible no mires a otro lado.
http://www.ojatican.org/ecaponata.html
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